AVEP participa en un desayuno informativo sobre plásticos y Economía Circular junto a medios de comunicación
La Comunidad Valenciana lidera el reciclado de envases en los hogares con 13,3 kilos por habitante en 2017, por encima de los 11,2 kilos de la media nacional e incluso por delante de los 12,8 kilos de Alemania.
Desde que a finales de 2015 la Comisión Europea publicara su paquete de Economía Circular, modificando una serie de directivas en vigor, los materiales plásticos están siendo sometidos a una regulación para aumentar las tasas de reciclado, desviar los residuos de vertedero y acabar con las basuras en el medio ambiente o litter.
Para la industria del plástico, la nueva regulación supone un reto que esta mañana se ha analizado con los medios de comunicación en un desayuno informativo organizado por AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico, en el que éstos han podido plantear sus preguntas a expertos en la materia como Ignacio Omeñaca, gerente de ANARPLA, Cristina Monge, secretaria general de AVEP, Mayca Bernardo, responsable de Marketing y Estadística de Cicloplast, y Pedro Melgarejo, responsable de Marketing y Comunicación de Plásticos Romero.
La nueva regulación implica aumentar el porcentaje de reciclado de plásticos en los productos, así como que en 2030 todos los envases de plástico puestos en el mercado europeo sean reutilizables o reciclables. Esto debería conducir a alcanzar una tasa de reciclado del 55% en envases de plástico en 2030. Además, supone la elaboración de una directiva que regula de distintas formas los productos que con mayor frecuencia se encuentran abandonados en el medio ambiente como platos, cubiertos o pajitas.
En este sentido, Mayca Bernardo ha asegurado: “Estamos a favor de cualquier medida destinada a prevenir el abandono de residuos en el entorno natural. La basura marina de todo tipo de residuos es un desafío global. Sin embargo, a la hora de proponer soluciones y medidas para evitar el abandono de residuos es importante que éstas sean debidamente analizadas teniendo en cuenta su impacto ambiental, económico, social, de seguridad e higiene alimentaria, salud y prevención de enfermedades infecciosas y trazabilidad en el envasado de alimentos. Antes de prohibir un producto se debe evaluar el impacto de dicha medida y cerciorarse de que sea sostenible, proporcionada, segura y viable. Esta propuesta está yendo tan rápido que consideramos que no habido tiempo suficiente para le evaluación completa del ciclo de vida de posibles alternativas”. Y ha asegurado que desde su punto de vista la principal medida debe ser “la concienciación y sensibilización a la población para que nunca se tiren los residuos fuera de los contenedores para su correcta gestión”.
Por su parte, Ignacio Omeñaca ha explicado: “A nivel nacional tenemos que lidiar con 17 legisladores, ya que cada comunidad ha querido implementar la legislación, sin tener aún la Directiva Europea”. Y ha asegurado que el Estado debería coordinar a todas las autonomías, “ya que hay una incoherencia entre la normativa que acota al territorio y un mercado globalizado que no lo hace”. Lo que supone que las grandes empresas presentes en diferentes comunidades autónomas tienen que aplicar diferentes medidas en cada una de ellas.
La solución no pasa por la prohibición
En general, todos los expertos han coincidido en que la solución no pasa por la prohibición. “Cuando en España hay más accidentes de tráfico no nos planteamos prohibir los coches, sino multar a quienes hacen un uso indebido. En el caso del plástico se está prohibiendo el producto”, ha explicado Cristina Monge. “La situación actual es de incertidumbre a nivel empresarial, la administración va a marcar por qué tienen que apostar, dónde se tienen que posicionar”, ha asegurado. “La administración debería avanzar en concienciar y penalizar, de la misma manera que se multa a quien tira escombros”, ha coincidido Mayca Bernardo. “Hay que prevenir la generación de residuos, incorporar el plástico reciclado no solo al envase y fomentar la compra pública verde”, ha insistido.
Por su parte, Pedro Melgarejo ha indicado: “Si no maduramos en educación ambiental seguirá habiendo plásticos en el medio ambiente. Prohibir no es la solución, si no concienciamos esos residuos se seguirán generando, pero de otro material”. En lo que respecta a las bolsas de plástico, Melgarejo cree que se ha legislado “más con el corazón que con la razón”. “Solo suponen un 2% de los residuos abandonados en el medio ambiente, y para el sector ha supuesto una reducción del 70% de las ventas en el pequeño comercio, que a su vez supone el 40% del negocio”.
Ignacio Omeñaca también ha querido incidir en la importancia de considerar los residuos plásticos como auténticos recursos. “Pretendemos incrementar las aplicaciones de producto reciclado en la línea de la economía circular y consideramos que la industria está preparada para ello”, ha asegurado. Concretamente, la directiva relacionada con el monouso habla de un 35% de material reciclado. “En España, somos el número uno a nivel europeo en reciclado mecánico. En todo el territorio hay 115 empresas dedicadas a reciclar plástico y en 2016 reciclamos un millón de toneladas de plástico”, ha recordado Omeñaca.
Para Pedro Melgarejo se trata de un cambio de paradigma “para poner en primer lugar la sostenibilidad, y luego la funcionalidad del producto (que el envase conserve bien los alimentos, que cumpla los requerimientos de logística, etc.). El futuro pasa por el ecodiseño”.
En el encuentro también se han tratado los bioplásticos como alternativa complementaria y que debe analizarse en qué productos tienen sentido y en los que es necesario definir e implementar un sistema de gestión adecuado para este tipo de residuos.
Tras el encuentro, se pudo visitar una zona de exposición de proyectos innovadores alineados con la Economía Circular como nuevos envases elaborados con materiales procedentes de fuentes renovables y biodegradables, absorbedores de CO2 o nuevos materiales para un sistema de calefacción más eficiente del coche eléctrico. Además, Mayca Bernardo citó algunos proyectos en los que está involucrada Cicloplast como EPS FISH, para el reciclado de cajas de pescado en nuevos envases en contacto alimentario. O el de asfalto modificado con plástico reciclado y otro que permitirá la utilización de plástico reciclado en los campos de fútbol de césped artificial de instalaciones deportivas.
Los valencianos, los que más reciclan
Para concluir el encuentro, Mayca Bernardo recordó que según los últimos datos que maneja Cicloplast correspondientes a 2017, los valencianos son los ciudadanos españoles que más envases reciclan en el hogar, concretamente 13,3 kilos por habitante al año, frente a los 11,2 kilos de la media nacional, superiores incluso a los 12,8 kilos por habitante de Alemania que es el país que lidera este ranking.